Síntomas del Tumor de lengua
-Tumores benignos: se distinguen la diapneusia (hinchazón leve de un borde de la lengua por succión o pequeñas mordeduras repetitivas), el hemangioma (hematoma que se enquista en la lengua; región azulada de 2 cm de diámetro, aproximadamente, poco dolorosa) y el papiloma (pequeño grano indoloro, a menudo en la punta de la lengua).
-Tumores malignos (o cáncer): ulceraciones (aspecto de cortadura o herida) sobre todo en la base y en los bordes de la lengua, la cual presenta una ulceración endurecida que sangra fácilmente al menor contacto. En seguida aparecen submaxilares y yugulares.
Grupos de riesgos
Tumores malignos: los hombres que acostumbran consumir alcohol y tabaco.
¿Por qué duele?
La inflamación es tal que el contacto con los alimentos resulta doloroso y el movimiento de la lengua acentúa el malestar.
¿Qué puede hacer?
En espera de la consulta, los enjuagues bucales proporcionan un alivio local y ligero. No excite la zona enferma. Consulte con su médico si una herida en la lengua no se cura ni mejora en una semana. Con demasiada frecuencia los enfermos acuden al médico en su estado avanzado: la lengua ya está dura como una piedra y rígida y los ganglios ya están doloridos.
¿Qué tratamientos hay para curar Tumor en la lengua?
Cirugía
Las lesiones siempre se extirpan y analizan.
-Tumores benignos: se operan debido a su volumen creciente. La lengua se conserva al máximo.
-Tumores malignos: las intervenciones varían en función del momento en que se detecta la lesión.
Muy tempranamente y sin ganglios: se extirpa toda la lesión hasta encontrar un tejido sano.
Tardíamente y con ganglios: el tumor se extrae por completo y se complementa con una exéresis ganglionar en la que se extirpan los ganglios afectados (linfadenectomía).
Muy tardíamente: la lengua se extirpa por completo, a veces con una parte del maxilar y con los ganglios.
Estas intervenciones son dolorosas y provocan traumas psicológicos los días posteriores a la operación; las mutilaciones ocasionan una molestia considerable. La ablación de la lengua no permite ni la alimentación normal ni la articulación correcta de las palabras. La ablación de la mitad de un maxilar, además de su naturaleza deformante, también hace posible una alimentación normal. En la mayoría de los casos, la alimentación se realiza al principio con ayuda de una sonda nasogástrica (que va de la nariz al estómago) por la cual se hace pasar una alimentación liquida.
Quimioterapia y radioterapia
Se aplican en tratamientos postoperatorios. La quimioterapia produce fatiga e inhibición del sistema de defensa durante cada cura. La radioterapia provoca la que madura de las mucosas en la zona radiada y ausencia de saliva. Un tratamiento médico apropiado contra el dolor ayuda a soportar los momentos difíciles.
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