Se estima que la población de más de 65 años continuará creciendo en
forma relativa a lo largo de los próximas décadas. En este grupo etario,
tanto
la demencia de causa vascular como las afecciones neurodegenerativas como la
enfermedad de Alzheimer
tienen una prevalencia elevada. Por lo tanto, la necesidad de
especialistas en Salud Mental abocados a los pacientes de edad avanzada
se verá incrementada a corto y mediano plazo.
En efecto, los profesionales dedicados a la
Gerontopsiquiatría se
encuentran entre los más idóneos para el difícil enfoque de estos
enfermos, caracterizados por necesidades especiales y por una
disminución de su independencia. Es posible capacitarse en esta rama de
las ciencias de la salud ya sea desde la
Geriatría o bien desde la
Salud Mental.
Ambos grupos de especialistas disponen de cursos, residencias,
pasantías y concurrencias en el marco de una variada oferta para
perfeccionar sus conocimientos.
En los 2 casos, se requiere de una sólida base en términos de
Neurología y Farmacología,
con el fin de hacer frente a la mayor incidencia de procesos mórbidos
encefálicos y a los nuevos conocimientos en materia de medicamentos,
respectivamente. Asimismo, se propone disponer de conceptos adecuados en
Medicina Interna, dado que, en muchos casos, los pacientes se
encontrarán internados en una primera evaluación antes del seguimiento
ambulatorio definitivo.
La
Gerontopsiquiatría requiere tanto de una profunda
diversificación en términos asistenciales como de mayor investigación
clínica y básica. Tanto los médicos como los enfermeros diplomados que
deseen avanzar en estos conceptos se encontrarán con una disciplina
embrionaria que constituye un real terreno fértil para la capacitación
profesional.
Vía: paraeldolor.blogspot.com
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